Anita es una amiga mia de años. Cuando la conocí, una de las cosas que me contó muy intimas, era que no podía olvidar a su padre. El había muerto hacia un par de años, pero el duelo era interminable.
Según algunos psicólogos, el duelo puede durar 6 meses o un año, o dos. Y luego la persona se resigna y vive en paz.
Parecía que éste y otros casos, no entraban en las estadísticas. Yo le decía que lo suelte, que lo deje ir, que le evíe luz. Pero nada de esto funcionó. La necesidad de Anita por su padre, era tal, que muchas veces lloraba por él.
Un año y medio después, murió mi padre de un tremendo cáncer controlado por ocho años. Ese año, se ramificó, y finalmente, no pudo dar más batalla.
Les confieso, que se me derrumbó el mundo. Y lo primero que me sucedió días después fué acordarme de Anita.
Hoy hace dos años que murió. Y puedo decir, que el duelo no existe. Duelo es una palabra muy infame. Que parece querer dar un consuelo, que en realidad no existe.
Mi padre, el día de hoy está presente en mi corazón. Y mi mejor forma de aceptar su ausencia, es entender, que está en un lugar donde mis ojos ya no pueden verlo. Está en un mundo, en una dimensión, que yo, ni nadie vivo conoce. Pero está.
Nadie se va a ningún lado. Ellos solo pasan de un lugar al otro. Es tan sencillo como eso. Comprenderlo en esta vida no es fácil.
El sol está cuando es de dia cierto?. Qué pasa cuando es de noche?. El sol desaparece a nuestros ojos, pero sin embargo queda escondido justo detras nuestro. Sino tuvieramos conocimientos astronómicos como hoy en día, pensaríamos que todos los días muere el sol, y todos los días resucita. Y como este ejemplo podría darles muchos mas. Reflexionen sobre esto.
Ahora bien, si tuviéramos una tecnología que nos permitiera ver a dónde van nuestros seres queridos, no les parece que estaríamos más tranquilos cuando finalmente abandonan el cuerpo físico?.
Así es. Lo que sucede, es que todavía, no podemos corroborarlo. Y a todos nos cuesta creer lo que no vemos.
El alma, el espíritu, es esa parte eterna que jamás muere. Viene y va. Pero no muere. Si realmente enfocan su corazon y su alma en ese ser que ha marchado, sentirán una gran paz que los conecta con ellos.
Y piensen esto: El tiempo como lo conocemos, allí no existe. El tiempo aquí es lineal. Solo avanza. En breve, podremos reencontrarnos como almas en ese lugar. Porque es de alli de donde venimos, y es allí a donde volvemos.
No hagan duelo, causará mas dolor y ansiedad. Piensen que ellos llegaron primero, y luego les tocará a ustedes. Ellos nos están esperando. Y mientras tanto, nos acompañan aqui, hasta que finalmente tengamos que cruzar.
La vida es hermosa, y lo mejor de todo es que somos tan eternos como el mismo dios.
Los dejo para que reflexionen. Y un abrazo a quienes han perdido un ser querido.
Nataly
muy sabias reflexiones sobre el tema, es verdad ellos siempre están
ResponderEliminarmuy cierto , bonita reflexion ellos siempre estaran en nuestros corazones y nuestro pensamiento.
Eliminarsaludos
Perdí a mi padre cuando el tenía 39 años y yo 16 años tuve un cancer terminal, hoy tengo 53 años y aún lo lloro, lo extraño y siento su presencia cuando atravieso por un momento difícil, pienso en el, recuerdo y sigo las cosas bellas que me enseñó, mis hijos y nietos lo conocen por todas las anécdotas que les he compartido. No creo en el duelo, y se que el día que me toque partir nos volveremos a encontrar y seguiremos compartiendo hermosos momentos. Recuerden a sus seres amados con mucho amor, a mi manera creo que todos venimos con un propósito a esta vida y al cumplir nuestra etapa partimos hacia un lugar maravilloso. Pero es una situación compleja e individual pues somos únicos y sentimos diferente. Gracias 🌷
EliminarPerdí a mi padre cuando el tenía 39 años y yo 16 años tuve un cancer terminal, hoy tengo 53 años y aún lo lloro, lo extraño y siento su presencia cuando atravieso por un momento difícil, pienso en el, recuerdo y sigo las cosas bellas que me enseñó, mis hijos y nietos lo conocen por todas las anécdotas que les he compartido. No creo en el duelo, y se que el día que me toque partir nos volveremos a encontrar y seguiremos compartiendo hermosos momentos. Recuerden a sus seres amados con mucho amor, a mi manera creo que todos venimos con un propósito a esta vida y al cumplir nuestra etapa partimos hacia un lugar maravilloso. Pero es una situación compleja e individual pues somos únicos y sentimos diferente. Gracias 🌷
EliminarGracias!!
ResponderEliminarDe nada!!! Un gusto!!
EliminarNataly, yo he perdido a mi padre, y me ha reconfortado leer tus palabras. Me gusta la idea de pensar que están en un lugar donde nuestros ojos no pueden verlos. Me gustaría pensar que me escucha cuando le hablo, pero a veces no sé, a veces pierdo la fe de que me escuche...
ResponderEliminarYo no he perdido a ninguno de mis padres. Pero... el hecho de pensar de que algún día partirán, me parte el alma... estoy llorando. Pero gracias por esas hermosas palabras, las utilizare en el momento adecuado, lo guardare.
ResponderEliminarGracias por Leerme! Recuerda siempre que nunca los perderás!!! Es solo una ilusión!. Abrazos enormes!
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias
ResponderEliminarlo mas triste de la partida es esa sensación de no haberse podido despedir, de dar un ultimo gesto de cariño, en mi casa siempre estaba reprochandole a mi padre porque no se cuidaba, y ya no recuerdo cuando fue la ultima vez que lo miré con aceptación por lo que él era, sus cosas buenas, siempre miraba la falta, me gustó mucho leer ésto , me dio algo de paz. si esta ahi aunque no lo vea quizá sepa lo mucho que lo amé y solo deseaba que lleve una vida mejor como yo sentia que él se merecia. Gracias nuevamente.
ResponderEliminarMuy buena reflexión Nataly...es como : “los abuelos nunca mueren, se hacen invisibles”
ResponderEliminarHola muy linda reflexión estoy acá triste la vida me golpeó muy fuerte en un año perdí a mis padres y no encuentro el camino para seguir adelante
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